LA NOVELA ROSA UNA AUTÉNTICA RELIGIÓN

 

En Almagro esquina Zurbano, al borde de la acera en el semicírculo que forma esa confluencia, se alza un improvisado jardín sacramental. Lo constituyen dos gitanas que aprovechan la primavera de Todos los Santos para vender galanterías a los muertos.

 La mayor, manos en el regazo, es de una antigüedad atemporal. La más joven forma una estampa atípica, impropia de la castiza costumbre de vendedora callejera: empezando por el cartel fluorescente manuscrito que reza “SE ACEPTA BIZUM” y siguiendo con el singular libro verde que porta, grande como el Quijote, que absorbe toda su atención. Su cabeza, que no sus ojos, se mueve ávida por el texto y los labios, exagerados en la vocalización susurrante de las palabras, acompañan el meneo de la testa.

 El libro se titula Me perteneces y su autora es Joanna Lindsey.  De encuadernación, color y tamaño de biblia, podría decirse que, junto a la litúrgica forma de leerlo y al altar de flores fúnebres, nos conduce a una única Verdad posible:  la Novela Rosa fue, es y será, aún hoy, una auténtica religión.

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